Aumentan a más de 300 las inadmisiones de extranjeros a Guatemala

El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) informó que en enero pasado se registró un notable aumento en el número de extranjeros inadmitidos en los puestos fronterizos de Guatemala.

A 301 personas les fue negada la entrada debido al incumplimiento de los requisitos migratorios para ingresar al territorio guatemalteco.

El IGM activó el rigurosos protocolos de seguridad para detectar posibles casos que puedan representar una amenaza para la integridad y seguridad del país. Estas medidas buscan salvaguardar los intereses y bienestar de los ciudadanos guatemaltecos.

Nacionalidades de los extranjeros

Entre las nacionalidades más recurrentes de los extranjeros no admitidos se encuentran Ecuador, Colombia y Brasil, con cifras significativas de 94, 68, y 61, respectivamente.

Además, se reportaron casos de India, República Dominicana, Perú, China y otras nacionalidades, para un total de 301 personas.

Los motivos que conducen a la inadmisión de los extranjeros son diversos, y van desde la falta de visa, hasta casos más graves, como antecedente de abuso sexual infantil. También se dan casos del uso de documentos falsos. La detección oportuna de estas irregularidades es fundamental para garantizar la seguridad y protección de la población guatemalteca.

Además, en el IGM se enfatiza el compromiso con la prevención mediante la identificación temprana de posibles riesgos y amenazas provenientes del flujo migratorio. Esta labor es importante para garantizar la seguridad e integridad de los guatemaltecos, así como para preservar la estabilidad del país en su conjunto.

El aumento en las inadmisiones en enero pone de manifiesto la necesidad de fortalecer aún más los mecanismos de control migratorio y de cooperación interinstitucional. El propósito es  salvaguardar los intereses nacionales y proteger a la población de posibles riesgos y amenazas externas.

Apoyos y mediciones

Guatemala es uno de los principales puntos de la ruta de las personas migrantes en la región.

A pesar de los graves impactos físicos y emocionales que enfrentan estas poblaciones a su paso por el país por cuenta de la inseguridad y la falta de asistencia, en los últimos años este tema ha sido olvidado en la agenda pública del país.

Sin embargo, con el cambio de gobierno se abre una nueva oportunidad para llamar la atención sobre la urgencia de proteger los derechos de las personas en movilidad y aumentar los esfuerzos de respuesta y atención para ellas. 

En el último año, en sus proyectos de atención a población migrante en Esquipulas y Tecún Umán, Médicos Sin Fronteras (MSF) hemos sido testigos de las consecuencias médicas y humanitarias derivadas de las difíciles experiencias de la ruta migratoria.

También se reflejó con preocupación la baja respuesta humanitaria adecuada a la población en movimiento en los puntos de llegada, tránsito y salida de Guatemala.

Durante su paso, las personas en movimiento experimentan diversos efectos negativos en su salud física y mental, como infecciones del tracto respiratorio y problemas gastrointestinales.

Además, enfrentan estrés agudo y síntomas de depresión. Al padecer condiciones de salud adversas, lidian con barreras de acceso a servicios para seguimiento de sus tratamientos.

En algunos casos, sufren la muerte de sus seres queridos y no cuentan con información ni apoyo para gestionar estas situaciones.